viernes, 8 de enero de 2010

La lectura de las Florecillas...


La lectura de las Florecillas ofrece diversos aspectos e intereses, según la mentalidad de los lectores.

El historiador encuentra allí documentos, si no de los hechos, del animus franciscano de los orígenes. El literato encuentra en las Florecillas la frescura de una prosa cándida y vigorosa como los episodios que relata; encuentra una naturaleza virgen, redescubierta por los ojos cristianos y vivida en el fervor de la penitencia y de la oración; encuentra caracteres egregiamente entregados al diálogo o introducidos en la corporeidad de los hechos; encuentra un primitivismo que nada tiene de ferino, y todo de sincero y de puro.


El hombre de vida interior, aun reconociendo la importancia de las Florecillas desde estos puntos de vista, encuentra algo que, para él, es más importante: las Florecillas son, para el cristiano, el testimonio de la gran fe que Jesucristo exigía de sus discípulos y que tuvo en San Francisco a uno de sus más eficaces paladines. Por otra parte, las Florecillas nos dicen qué es esa vida a la que San Francisco exhortaba a sus hijos, es decir, la observancia del Evangelio según la letra, o sea, la esencia misma del Cristianismo: el amor.