sábado, 30 de julio de 2011

De la Regla de san Francisco:

«Temed y honrad, alabad y bendecid, dad gracias y adorad al Señor Dios omnipotente en Trinidad y Unidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, creador de todas las cosas. Haced penitencia, haced frutos dignos de penitencia, porque pronto moriremos. Dad y se os dará. Perdonad y se os perdonará. Y, si no perdonáis a los hombres sus pecados, el Señor no os perdonará los vuestros; confesad todos vuestros pecados. Bienaventurados los que mueren en penitencia, porque estarán en el reino de los cielos» (1 R 21,2-7).


lunes, 18 de julio de 2011


San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Además, con la colaboración de santa Clara, fundó la rama femenina de su orden, que recibió el nombre de clarisas.

sábado, 9 de julio de 2011

La mesa del Señor

Los hermanos Francisco y Maseo muestran con satisfacción el pan recogido de limosna.
Camino de Francia, donde según disposición del último Capítulo, les corresponde anunciar la verdad y el bien, hacen un alto en el camino para obtener de la caridad pública el necesario sustento. En las afueras del pueblo, sobre una losa de piedra, junto a una fuente, vierten el producto de la limosna, y al ver con qué generosidad han premiado a su compañero Maseo, da gracias con fervor por los beneficios con que Dios distingue a sus buenos amigos.

Una vez más la parquedad del colorido no es un problema para Benlliure a la hora de recrear a los protagonistas: la estilizada figura del Pobre de Asís, el gesto natural de su compañero, la fisonomía de sus rostros y sobre todo el escenario natural que envuelve a los personajes.

Matiza con su pincelada la textura de la piedra y describe con exquisita solución la vegetación que prende de ella. La sencillez de la composición se ve sobradamente superada por la habilidad en el empleo de la materia pictórica.

(de:Florecillas de José Benlliure)


viernes, 1 de julio de 2011

"El servidor de Dios debe brillar por su vida y santidad"