jueves, 5 de febrero de 2009

En Gubbio y con los leprosos


(Invierno, 1206). Casi desnudo y tiritando de frío, después de desprenderse de todos sus bienes Francisco tomó el camino de Gubbio, buscando estar a solas con el Señor. En el camino lo apalearon unos bandidos, ante los cuales se presentó como "el heraldo del gran Rey". Las aguas en crecida del Chiascio lo obligaron a permanecer en un monasterio, probablemente Santa María de Valfabbrica, donde no fue muy bien tratado por los monjes. En cuanto pudo continuó hasta Gubbio. Allí un comerciante de telas amigo suyo, Federico Spadalunga, le regaló una túnica. Luego permaneció algún tiempo en un lazareto, no se sabe si en Gubbio o en Asís, sirviendo a los leprosos.

3 comentarios:

Ludmila Hribar dijo...

Precioso blog. Gracias.

luispdzp dijo...

Por casualidad consegui este blog, lo felicito y me gusta saber que le dedicas sobre la vida de San Francisco, lo voy a tener en mi lista de favoritos.

Dios los cuide.

Pasionaria dijo...

GRACIAS A USTEDES MIS HERMANA/OS GRACIAS POR ESTAR AQUI COMPARTIENDO LA VIDA DE ESTE GRAN SANTO...DIOS LOS BENDIGA.

PAZ Y BIEN!

PASIONARIA